
Ingredientes
- 3 costillares de cerdo ibérico partidos en dos partes.
- 6 dientes de ajo
- 1 cucharada de romero
- 3 hojas de laurel
- 1 chorro de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Bolsas para asar o papel aluminio
Preparación
- Lavar el costillar y secarlo con papel de cocina.
- Pincelar las costillas con aceite de oliva.
- Cortar los ajos y el laurel en trozos y ponerlo sobre los costillares por ambos lados.
- Añadir el romero. Importante no poner sal, si se utiliza quedaría demasiado reseco.
- Meter las piezas de costillar en las bolsas de asar o envolverlas en papel de aluminio, haciendo un papillote, sin que quede ningún sitio por el que se pueda escapar el jugo de la cocción.
- Introducir las costillas en el horno durante doce horas a una temperatura de 80 °C.
- Transcurrido ese tiempo, sacarlas y precalentar el horno a 200 °C.
- Abrir los paquetes con cuidado para preservar los jugos (que verteremos en un cazo), reservar. Salen con un color blanquecino, es normal, al final quedarán perfectas.
- Mientras sube la temperatura del horno, añadir sal al jugo de las costillas y calentarlo al fuego.
- Añado la mitad del caldo, encima de las costillas, y las meto al horno cinco minutos
- Pasado este tiempo, dar la vuelta a las costillas y añadir la otra mitad del caldo, por encima, y otros cinco minutos al horno a la misma temperatura.
- Sacar las costillas y pincelarlas con la salsa barbacoa, y volverlas a meter al horno cinco minutos a la misma temperatura.
- Pasados los cinco minutos, se vuelven a sacar las costillas del horno y se pincelan por el otro lado y otra vez al horno cinco minutos.
- Apagar el horno y dejar las costillas dentro, hasta servirlas en mesa. No más de 15 minutos.
- Para el emplatado, cortar las costillas de modo individual, ponerlas en una fuente alargada acompañada con un cuenco de salsa barbacoa.