Introducir cambios en nuestra vida (asumir otros comportamientos, cambiar viejos hábitos) es sumamente difícil. La mayoría de las veces que intentamos cambiar algo, ya sea a título personal o en una empresa u organización, no lo logramos.
En su libro El poder del compromiso pleno, Jim Loehr y Tony Schwartz proponen una nueva manera de enfocar los cambios: sugieren que en vez de concentrarnos en fomentar nuestra autodisciplina para conseguir los cambios que deseamos, lo hagamos mediante rituales.
Establecer un nuevo ritual, con frecuencia, puede ser difícil, pero mantenerlo es relativamente fácil. Para muchos de nosotros, cepillarnos los dientes al menos dos veces al día es un ritual que llevamos a cabo sin dedicarle demasiada concentración ni una disciplina especial. La idea es que enfoquemos de la misma manera los cambios que queramos introducir en nuestra vida.
Piensa en dos rituales que podrían ayudarte a ser más feliz. Podrían ser dedicar quince minutos a meditar todas las tardes, salir con tu pareja los martes, pasar una hora leyendo tranquilamente un día sí y otro no, andar diariamente o dedicar dos horas a su entretenimiento favorito todos los domingos por la tarde, etcétera.
Puede que al principio te resulte difícil establecerlos, pero después de un tiempo, generalmente alrededor de un mes, seguirlos se te hará tan fácil y natural como cepillarse los dientes.