Haría (Lanzarote)

Haría, Lanzarote

La forma más espectacular de llegar a Haría es desde el sur, por la carretera que parte de Teguise. La ruta gana altura progresivamente, hasta que de pronto se asoma al valle de Malpaso. Antes de descender, encadenando cinco curvas de herradura, conviene detenerse en el Mirador de los Helechos para contemplar un bucólico paisaje que ya no se olvida: el Valle de las Mil Palmeras. El mayor oasis de palmeras canarias envuelve las casas encaladas de los pueblos de Haría y Máguez. Al norte se eleva La Corona (609 m), un volcán de formas perfectas, en cuya cueva de 6 km con forma de túnel se ocultaba la población de los piratas, y donde hoy pueden visitarse los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes, dos grandes hitos del norte de la isla.

Emplazado en la cornisa de El Risco, es un pueblo de rica tradición campesina y artesanal, como se comprueba en el mercadillo que tiene lugar los sábados por la mañana. César Manrique eligió Haría para vivir cuando la fama y el aumento del turismo en la isla mermaron su tranquilidad. La casa en que residió hasta su muerte es hoy un museo. En sus amplias estancias pueden admirarse su estudio-taller, numerosas obras de arte y sobre todo esa simbiosis entre arquitectura tradicional y talento para innovar respetando la naturaleza.

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