Vejer de la Frontera (Cádiz)

Vejer de la Frontera, Cádiz

Es el Mirador de la Cobijada desde donde se disfruta de una de las mejores panorámicas del pueblo. Es buen lugar donde comenzar a recorrer el que para muchos es el más bello de los «pueblos blancos» de Andalucía. Una aventura entre calles laberínticas, fachadas encaladas y azulejos de estilo nazarí. Enclavado a orillas del río Barbate, durante un poco más de cinco siglos, Vejer fue dominio musulmán, de ahí su entramado de calles al modo de una medina. El casco antiguo, amurallado y elevado a 200 m de altura, está declarado Conjunto Histórico-Artístico. No existe un rincón al que le falte su correspondiente maceta. Aquí, patios y balcones son motivo de orgullo.

Enfrente del mirador está el Arco de la Puerta Cerrada, uno de los cuatro accesos a la zona amurallada. Más arriba, el Castillo remata la silueta del pueblo. Adosado a la cara exterior del Convento de las Monjas Concepcionistas (actual Museo de Tradiciones y Costumbres vejeriegas), se halla uno de los rincones más fotografiados, el Arco de las Monjas. Se sigue recorriendo el barrio de la Judería, lleno de artesanías locales y galerías de arte, para llegar a la puerta de la Villa. Cerca espera la siempre animada plaza España.