
Las miradas en Cambados se concentran en la Torre de San Sadurniño y en Santa Mariña de Dozo. Sus vestigios son sutiles, evocan más que muestran. De igual forma ocurre con los vinos albariños de la región, que más que mostrar, evocan tierra y paisaje. El Mirador Monte da Pastora confirma la privilegiada ubicación de Cambados junto a la ría de Arousa. A la izquierda, más allá de la desembocadura del río Umia, incluso se divisa la isla de La Toja y el puerto de O Grove. A pocos metros del mirador se halla el espectáculo de Santa Mariña Dozo, una construcción de estilo gótico marinero que es una de las ruinas más fotogénicas de España.
La villa se ve en el plano como una constelación formada por tres estrellas: Fefiñáns, Cambados y Santo Tomé, núcleos originales que se unieron. Destaca la calidad de su arquitectura y un considerable número de pazos, como el de Torrado –hoy museo–, uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil del siglo XVIII, o el Pazo de Bazán, que perteneció a los antepasados de la escritora Emilia Pardo Bazán y que desde 1966 es el Parador de Cambados. Otro de los platos fuertes lo sirve la Plaza de Fefiñanes, dicen que la segunda más bella de Galicia, después de la compostelana.
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