Haciendo limpieza y poniendo un poco de orden en los papeles que vamos acumulando en casa, me encontré con un pequeño panfleto que me dieron a leer hace ya 36 años cuando pregunté cuál era el modelo de comportamiento que debía seguir en el trabajo que entonces realizaba. Mi tutor, me entregó una fotocopia del “Mensaje a García” y me dijo: “Toma lee esto, si luego necesitas más consejos hablamos”. No volví a preguntarle.
El “Mensaje a García” relata brevemente la anécdota del soldado estadounidense Rowan, que es llamado para entregar de parte del presidente de Estados Unidos, un mensaje al jefe de los rebeldes, oculto en la sierra cubana, en el curso de la Guerra hispano-estadounidense a fines del siglo XIX.
Rowan recibe el mensaje y se limita a entregarlo a pesar de que nadie le proporcionó información ni medios para encontrar a García, para lo cual Rowan recorre a pie la isla de Cuba de costa a costa.
La moraleja es bien sencilla, la aplicación para cumplir inmediatamente con la tarea encomendada, sin reticencias y sin vacilaciones, es el principal valor para conseguir el éxito, sobre todo en el trabajo, aún más que el talento o la erudición.
Nuestro mundo necesita «muchos Rowan» pendientes por entregar muchos «mensajes a García», en aplicación de la máxima «hacer bien lo que se tiene que hacer.
En un escrito que destaca la importancia capital del compromiso y de la voluntad de ejecutar las tareas que uno asume en el trabajo y en la vida.