Dalt Vila (Ibiza)

El casco antiguo de Ibiza es conocido como «Dalt Vila» (la ciudad alta, traducido del ibicenco). Esta ciudad queda encuadrada en las imponentes murallas que fueron declaradas Patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1999. La ciudad amurallada era, y es, el centro de gobierno, comercial y cultural de la isla.
Situada sobre un pequeño monte, el Puig de Vila, entre sus murallas se encuentran algunos de los edificios más importantes de la isla. Sin lugar a dudas, estamos en el mayor atractivo cultural de la isla y uno de los lugares imprescindibles por el que todo aquel que visita Ibiza debe perderse. Entre sus murallas es posible ver la huella dejada por las diferentes civilizaciones que han pasado por la isla. La inconfundible silueta de Dalt Vila, coronada por la Catedral de Ibiza, es uno de los símbolos de la isla.

Recorrer su calles es una de las rutas más recomendables de la isla. Si te dejas perder encontrarás antiguos palacios señoriales, coquetas callejuelas o espectaculares miradores a Formentera.

A lo largo de todos los caminos que inequívocamente conducen hasta la catedral de Dalt Vila, se pueden encontrar diversos paneles informativos con explicaciones históricas en sus puntos más importantes como los baluartes que sirvieron de defensa para los ataques de bárbaros y piratas, el Ayuntamiento de Ibiza (este edificio era un convento de dominicos), donde se encuentra un hermoso mirador o la citada Catedral de Ibiza de Santa María de las Nieves.

Historia de Dalt Vila

Las murallas de Dalt Vila, tal y como las conocemos hoy en día, se construyeron en el siglo XVI por orden de Felipe II. Éste era consciente de la importancia de Ibiza, tanto estratégica por su situación privilegiada en el Mar Mediterráneo, como por el valor de sus recursos, especialmente la sal ibicenca, muy codiciada por sus múltiples utilidades. Por esa época, la isla era azotada por constantes ataques de otomanos y piratas por lo que se emprendió la tarea de proteger como es debido a la ciudad.

Así fue como en una larga y compleja construcción se culminó la construcción de la ciudad amurallada conocida como Dalt Vila, bajo la dirección del arquitecto italiano Giovanni Battista Calvi. La construcción tuvo que solventar algunos problemas como la falta de roca para la construcción de las murallas, extraída en parte de lugares lejanos como algunos islote de Es Freus o de Atlantis. Actualmente, Dalt Vila constituye uno de los recintos amurallados con baluartes mejor conservados del mundo, y es todo un lujo pasear y perderse por sus calles.

dalt vila macabich
El impasible monumento de Isidor Macabich, observa desde Sa Carrossa.

Sin embargo, cabe decir que no se tienen apenas conocimientos de ataques a Dalt Vila tras su construcción. Se ignora si por el tiempo en que la obra fue terminada los ataques fueron cesando, bien por una disminución de los ataques de los piratas de la zona o por la expansión de los corsarios ibicencos. Aunque otro punto que puede quedar en el aire es la imposibilidad de atacar una ciudadela como Dalt Vila, aparentemente inexpugnable desde todos sus flancos con sus grandes murallas de roca.

Los orígenes de las murallas

Pero la historia de la Dalt Vila es mucho más antigua. Aunque a finales del siglo VII a.C. los fenicios que llegaron a Ibiza fundaron su primer asentamiento en Sa Caleta (también declarado Patrimonio de la Humanidad), no fue hasta y el siglo VI a.C. cuando se trasladaron a la bahía de Ibiza, desde entonces el núcleo de población más importante de la isla.

La isla supo ver aliarse bien y tras la victoria del Imperio Romano en la Tercera Guerra Púnica, el poblado fenicio de Ibiza no corrió peligro tras su alianza con Roma, y pasó a llamarse Ebusus y ser una ciudad confederada del Imperio en el siglo II a.C.

Durante el s. V d.C. y después de la caída del Imperio Romano, la isla fue conquistada primero por vándalos y después por bizantinos, hasta que en el s. X d.C. llegaron los musulmanes: la isla de Ibiza pasaría a llamarse Yebisah y formaría parte del emirato de Córdoba.

Los musulmanes construyen un triple recinto amurallado para defenderse de los cristianos, hasta que en 1235, Jaume I acordó con la nobleza catalana – muy interesada en las islas para mejorar su comercio – invadir Ibiza. El arzobispo de Tarragona Guillem de Montgrí estaba al cargo de la conquista: catapultas y volquetes fueron utilizados para derribar el triple recinto amurallado, aunque la leyenda de Ibiza dice, que se consiguió la conquista con suma facilidad debido a que el hermano del jeque musulmán, como venganza porque éste le había robado a su esposa, dejó un acceso abierto en las murallas para que entraran los soldados catalanes. Hoy en día se puede visitar este lugar que está situado la calle de San Ciriaco dónde se encuentra la capilla con el mismo nombre.

El Portal de Ses Taules es la entrada principal al recinto amurallado
El Portal de Ses Taules es la entrada principal al recinto amurallado

Una vez conquistada la ciudad, fue repoblada por la población catalanes, la mayoría agricultores de la zona del Ampurdán. Muchos de los apellidos de la isla descienden de los linajes de aquellos primeros pobladores.  El día de la conquista fue el 8 de agosto, desde entonces este día, San Ciriaco, es el patrón del municipio de Ibiza.

Por otro lado, las tropas cristianas prometieron construir un templo tras su victoria, tras ella eligieron la advocación mariana más cercana al día del triunfo, que era el día de Santa María de las Nieves, 5 de agosto, de hecho Nieves sigue siendo un nombre bastante popular en la isla (a pesar de que no suele nevar prácticamente nunca en Ibiza). En el siglo XVI se construyeron las murallas que hoy en día podemos ver en Dalt Vila por orden de Felipe II para defender la isla de las posibles incursiones piratas. Era muy vital proteger la isla por sus importantes salinas, donde se producía la sal que conseguía conservar la sal en un periodo en el que los viajes en barco se hacían cada vez más largos.

El mayo de 1999 se declaró el conjunto de las praderas de Posidonia Oceánica, el poblado fenicio de Sa Caleta y el recinto de Dalt Vila como Patrimonio de la Humanidad. Para conmemorar este hecho, se celebra anualmente la feria medieval en las calles de la ciudad ibicenca, todo un despliegue de artesanos y fiesta.

¿Cómo ir a Dalt Vila?

Encontramos hasta un total de cinco puertas de acceso a Dalt Vila, aunque la principal y de más bella factura es el Portal de ses Taules justo al lado del Mercat Vell o mercado viejo el cual continúa en funcionamiento. Una vez pasada esta puerta se encuentra el Patio de Armas, donde estuvo el primer mercadillo hippie de la isla, y tras este patio se encuentra la bonita Plaza de Vila con pequeñas tiendas y elegantes restaurantes, a partir de aquí se podrán elegir distintos recorridos para recorrer Dalt Vila.

Las otras puertas son el Portal Nou, una puerta situada en Parque Reina Sofía; las dos puertas situadas en Es Soto, una que nos lleva detrás de la catedral y la otra ante el Ayuntamiento; y el acceso a vehículos.