
Pocos pueblos pueden presumir como lo hace Hervás de albergar una maravillosa judería, declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1969. Aunque su origen se remonta al siglo XIV, todavía hoy es una de las mejor conservadas de España y ejerce de emblema de la localidad. Su corazón se ubica en la plaza de la Corredera, donde su fuente de piedra del siglo XVI se lleva la mayor parte del protagonismo. De ella parten coquetas callejuelas hechas para perderse e ir descubriendo lugares como la Travesía del Moral, reconocida como la calle más estrecha de España, con 50 cm de ancho, la pintoresca iglesia de San Juan Bautista o el Museo Pérez Comendador-Leroux, orgullo del pueblo.
Alzando la mirada se aprecian sus casas y fachadas balconadas tan típicas de la zona que aún conservan su arquitectura tradicional a base de adobe con entramados de madera. En muchas de ellas son visibles los emblemas y adornos con la simbología judía que dan fe de los habitantes que ocuparon esas viviendas siglos atrás. Fue tal la huella que dejaron y el peso demográfico que tuvieron que quedó reflejado en el dicho «En Hervás, judíos los más». Decorando las calles también es frecuente toparse con grandes macetas de plantas con exuberantes hojas que llenan la escena de color y tanto ayudan a suavizar las temperaturas cuando aprieta el calor.
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