
Tan pequeña como cautivadora, la localidad asturiana de Taramundi, limítrofe con Galicia, vive inmersa desde tiempos inmemoriales en el reino del agua, entre ríos, arroyos y cascadas. Este elemento natural enciende de vida un paisaje en el que predomina el verde intenso y se ha ofrecido como una herramienta vital para el ser humano que ha habitado estas tierras y que aprendió a dominarlo para su propio beneficio. A 5 minutos del pueblo y a modo de museo viviente, el Conjunto Etnográfico de Os Teixois da testimonio de ello.
Si bien la potencia del agua es la gran protagonista en este confín asturiano, el vigor del hierro tiene también una presencia fundamental. Taramundi es un lugar donde el pasado pervive en los oficios más tradicionales, algo que se puede comprobar en la dilatada tradición cuchillera. Convertida en un referente internacional, una visita a la cuchillería muestra como, ya desde mediados del siglo XIX, aquí se confeccionan navajas artesanales de alta calidad. Con poco más de 600 habitantes, este municipio fue pionero en el turismo rural en España de la mano de La Rectoral. Este establecimiento se ubica en la antigua casa del rector (siglo XVIII), que fue reconvertida en un encantador alojamiento desde cuya terraza se alcanzan las mejores vistas del pueblo y su entorno.