Influyen muchos factores dentro del sabor y aromas de una botella de vino, eso no es nuevo.
Y quizás, eso sea lo que haga a esta bebida tan especial.
De hecho, el sabor comienza a variar desde su plantación, para ser más exactos, desde la elección del suelo donde decides cultivar la vid.
Una misma variedad de uva cultivada en dos suelos diferentes siempre dará lugar a vinos muy distintos, de ahí la importancia de conocer el suelo en la vid, saber qué tipos hay y qué características tiene cada uno.
Contenido
- La importancia del suelo para el vino
- ¿Cómo debe ser el suelo para la vid?
- ¿Dónde se puede plantar vid?
- Tipos de suelo para el cultivo de la vid
- Suelos arcillosos para la vid
- Vid en suelo Arenoso
- Suelo Francos
- Suelo Calcáreos en la vid
- Suelos Pedregosos
- Suelos Graníticos
- Suelos Pizarrosos para la vid
- Suelos Volcánicos
- La influencia del suelo en el vino y su sabor
- ¿Cuáles son los suelos que tienen mejores viñedos?
La importancia del suelo para el vino
El suelo en la vid determina en gran medida cómo será el vino: su sabor, su olor, su color y su cuerpo, entre otros factores. De hecho, algunos terrenos que estén compuestos por diversos tipos de suelo podrán producir vinos con características únicas y matices especiales.
Cada superficie cuenta con unos componentes geológicos, una materia orgánica y unos nutrientes y minerales específicos, todo ello influye en las uvas. Por ejemplo, el magnesio y el potasio favorecen la acumulación de azúcar, que se convertirá en alcohol durante el proceso de fermentación.
Otros afectan directamente a la producción de las futuras vides, como el calcio al favorecer la absorción de nutrientes, o el nitrógeno, esencial para una productividad vigorosa.
¿Cómo debe ser el suelo para la vid?
Así, a pequeños rasgos, el suelo en la vid tiene que ser sin exceso de materia orgánica, lo que se conoce como suelo pobre. También debe ser suelto y con buen drenaje, es decir, que acoja bien al agua. También se deben evitar suelos salinos y ácidos.
¿Dónde se puede plantar vid?
La vid es una de esas plantas que admite cualquier tipo de suelo para plantarla. ¿En el jardín? Adelante, ¿en una finca de tu padre? También te va a salir. Esto de cara a que quieras plantar tu la vid en casa, aunque si quieres tener tu propio viñedo, tienes que estudiar más el suelo de la plantación.
El único suelo donde suele dar algo de problemas en en los suelos salinos, ya que es bastante sensible. Si es tu primer viñedo, intenta que sea un suelo más bien profundo, y en los suelos calizos suelen dar buena producción.
Tipos de suelo para el cultivo de la vid
Los tipos de suelo en la vid se diferencian en base a tres conceptos que ya hemos señalado brevemente: la composición (de las partículas que lo forman), el agua que son capaces de retener y los nutrientes que pueden aportar a la viña.

Tomando esto como base general distinguimos ocho categorías de tipos de suelo para cultivo de la vid:
Suelos arcillosos para la vid
Los terrenos arcillosos son de los más comunes gracias a su productividad. Algunas de sus cualidades es que se mantienen más fríos, debido a sus colores claros, y retienen mayor porcentaje de agua. Son el hogar de los vinos de denominación de origen Ribera del Duero o Jumilla.
Vid en suelo Arenoso
Esta clase de suelo goza de una alta porosidad al estar compuestos en una parte equitativa de arena, por lo que resultan muy eficientes a la hora de drenar el agua. La parte negativa es que, por tanto, no son capaces de retenerla, esto provoca que no sean ricos en nutrientes. En ellos se cultivan la famosa variedad de uva Cabernet Sauvignon, los vinos de las Rias Baixas o los de denominación de origen de Rueda.
Suelo Francos
Los suelos francos son un término medio entre los arcillosos y los arenosos. Se componen de arena, limo y arcilla en partes similares, lo que los hace altamente productivos, ya que conservan bien el agua y los nutrientes. Es decir, son muy fértiles y dan lugar a vides vigorosas. En ellos podrás encontrar viñedos de la denominación de origen Ribera del Guadiana.
Suelo Calcáreos en la vid
En su tierra se producen vinos de muy buena calidad, pero son más delicados que otros tipos de suelos y es importante vigilar que no se produzcan desequilibrios que afecten a las vides. Es la elección favorita a la hora de cultivar las viñas para los vinos de La Rioja.
Suelos Pedregosos
Las viñas situadas en terrenos pedregosos se ven favorecidas por un buen drenaje. En lo referente a la temperatura, estos suelos mantienen el calor hasta la noche, cuando se enfrían con rapidez. Suelen escogerse para albergas las uvas que se transformarán en vinos de Rueda y Toro.
Suelos Graníticos
Los suelos graníticos están formados principalmente por grava, algo positivo para el drenaje del agua, y que proporciona una importante fuente mineral al vino. La garnacha es una de las variedades de uva que suelen cultivarse en ellos, como los vinos de Madrid.
Suelos Pizarrosos para la vid
Son de los llamados ‘suelos pobres’ debido a su escasa materia orgánica, sin embargo, cuentan con unas capacidades de drenaje positivas. Por otro lado, acumulan el calor. En ellos se cultivas las uvas de los vinos del Bierzo.
Suelos Volcánicos
Su composición se basa en los restos de antiguas erupciones volcánicas. Al ser de color oscuro son capaces de retener con eficacia el calor del sol sobre los campos. Además, filtran muy bien el agua. Son comunes en estos suelos los vinos volcánicos de La Palma, denominación de origen
La influencia del suelo en el vino y su sabor
Veamos como influyen los diferentes tipos de suelo en el vino y en su sabor
Los vinos obtenidos de uvas cultivadas en suelos arcillosos se caracterizan por ser potentes, maduros y con cuerpo, sin una alta graduación alcohólica. Por su parte, los obtenidos de un terreno arenoso son más frescos y suaves, con un color menos intenso, conservan los matices aromáticos.
Los de tierras francas cuentan con una personalidad intermedia entre los arcillosos y los arenosos. Es decir, son muy equilibrados y frescos, pero también con aromas y sabores potentes.
Las uvas de suelos calcáreos producen un vino con más cuerpo y aroma, son muy equilibrados y con una baja acidez.
Los vinos de suelos pedregosos tienen rasgos comunes: cuerpo, tonos afrutados y un considerable contenido de alcohol.
Los graníticos tienen una personalidad propia, sobre todo destacan por sus particulares toques salinos y unos buenos niveles de acidez. Además, suelen ser afrutados.
Los de suelo de pizarra tienen toques minerales en el sabor y una mayor graduación alcohólica.
Las uvas cultivadas en suelos volcánicos se convierten en vinos que cuentan con un particular toque ahumado, fácilmente reconocible.
¿Cuáles son los suelos que tienen mejores viñedos?
Bien, comencemos por los famosísimos vinos de La Rioja. Como sabes, estos vinos son de una calidad exquisita, de ahí que el suelo en la vid también sea importante. En este caso nos encontramos ante un suelo de caliza activa.
Mientras que los vinos de la Ribera de Duero, otro de los grandes productos de nuestro país, el suelo es de arcilla, uno de los mejores suelos para los viñedos.
Sin embargo, podemos encontrar otros tipos de suelo en la vid en los que también tenemos grandes viñedos plantados.
Una vez conoces los diferentes tipos de suelo en la vid y comprendes sus características, es mucho más fácil hacerte una idea de los rasgos que tendrá ese vino. Ahora podrás echar un vistazo a las etiquetas de las botellas y no sentirte perdido. Adentrarse en el mundo de los vinos es más sencillo, y satisfactorio, de lo que parece.