
INGREDIENTES
- 1 pieza de Lomo de cerdo de 1kg aproximadamente
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharadita de cominos
- 1 cucharadita de alcaravea o anís en grano (opcional)
- 2 cucharaditas de pimienta en grano
- 2 cucharaditas de pimentón dulce
- 1 cucharadita de orégano
- 60 ml de vinagre de vino
- 150 ml de agua
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de sal
PREPARACIÓN
Paso 1

Lo primero y más importante es dejar el lomo de cerdo preparado para la batalla. Para ello, con un cuchillo bien afilado quitaremos todas las posibles ternillas exteriores y toda la grasa que rodea la pieza. Una vez ya limpio el lomo habrá que trocearlo según el gusto de cada uno. En mi caso, de una cinta de un 1 kg salen 5 trozos.
Paso 2

Para preparar la marinada habrá que pelar los dientes de ajo y ponerlos en un mortero junto con el orégano, la pimienta, los cominos, la alcaravea o el anís y el pimentón. Añadiremos ahí también sal. Hay que majar hasta conseguir una pasta. También habrá que agregar el vinagre y luego, por último, el agua.
Paso 3

En un recipiente de cristal colocaremos los lomos y verteremos la marinada, le daremos un par de vueltas para que se impregnen bien. Tapar y dejar marinar al menos 24 horas dentro del frigorífico.
Paso 4

Tras el tiempo de marinado, sacar los lomos de la mezcla y reservarla. Secar muy bien los lomos con papel de cocina para que, al freír, no explote mucho.
Paso 5

Calentar en una sartén honda abundante aceite de oliva virgen extra y, cuando esté caliente freír los lomos por ambos lados durante tres minutos por cada lado aproximadamente. El fuego no tiene que estar muy fuerte.
Paso 6

Volver a llevar los lomos al mismo recipiente, con la marinada, y verter por encima el aceite muy caliente. Cuidado porque saldrá humo. Introducir en el horno precalentado a 110 ºC y dejar cocinar 90 minutos más. Enfriar completamente antes de servir.
Notas
Para conservarlo meter los trozos en un bote de cristal y cubrir del aceite y marinada utilizado en la preparación. Puede durar meses si lo conserváis en la nevera e ir disponiendo de él cuando os venga en gana.
La mejor manera de comerlo es cortado fino a cuchillo, frío o a temperatura ambiente, regado de un chorrito de aceite de oliva virgen nuevo, o del suyo propio, acompañado de una ensalada, patatas fritas e incluso huevos fritos y de picos de pan o unas regañás.
Este lomo es tradicional de muchos puntos de España donde es habitual realizar la matanza. Es un éxito seguro tanto por el sabor del cerdo macerado con especias, como por su su versatilidad.
Cortado muy fino es un sustituto perfecto a cualquier fiambre del supermercado con la ventaja que no lleva aditivo.